viernes, 10 de abril de 2009

Por qué callaste... tanto amor.

Si pudiera preguntarte tantas cosas,
aquellas que por hombre no comprendo,
Como pudiste abrigar un sentimiento,
de tan inmenso amor y estar muriendo.

Como soportar que no entendieran,
todo el dolor del mundo a tus espaldas.
Si hasta sudaste sangre en aquel huerto,
sufriendo la traición de aquel que amabas.


Y té dolió, té dolió tanto
Que golpearan tu cuerpo hasta cansarse.
Pero quizás te doliera mas el alma
Saber que no entendimos tu mensaje.

Porque callaste Cristo tantas veces,
porque dejaste al mundo no escucharte.
Acaso fue tu amor tan infinito,
que pudo con angustia consolarte.


Si aun llevas esa cruz es por mi culpa,
no supe levantarla en su momento.
Por mi culpa día a día mis ofensas,
tu debes que soportar el sufrimiento.


Y té dolió, té dolió tanto
que golpearan tu cuerpo hasta cansarse,
pero quizás te doliera mas el alma
saber que no entendimos tu mensaje.

Porque callaste Cristo tantas veces,
porque dejaste al mundo no escucharte.
Acaso fue tu amor tan infinito,
que pudo con angustia consolarte.

Autor desconocido

2 comentarios:

Irina dijo...

Impresionantes letras que sacuden los cimientos del corazón

Saludos

Caco dijo...

Wow.... que intenso... son cortas las respuestas que se pueden dar. Y en sí hemos sido pocos quienes no hemos valorado el trabajo y el amor de Cristo, la misma religión es un ejemplo de esas cicatrices que llevó Cristo en sus manos, espalda, costillas y píel, una punzada de la corona de espinas.... al leer ésto no nos queda más que bajar la mirada y sentir el corazón arrugado y valorar todo esa generosidad que nos regaló.

Saludos, es lindo hacer reflexionar ante temas tan llenos de intensidad