lunes, 6 de abril de 2009

En lo profundo de la tierra

La oscuridad de las cuevas,
acostumbra los ojos a no ver.

Aprendes a caminar a ciegas.
Te guías por el tacto de las paredes frías,
en la inútil búsqueda de una salida.

Crees percibir el perfume de la libertad,
y los sonidos de voces gentiles,
que pronuncian tu nombre en la lejanía.

Es sólo una vana ilusión,
agua sucia del río subterráneo,
que borbotea en solitario.


Ya nadie te espera.
Reposas en una tumba fría.
Ni muerta.
Ni viva.

En lo profundo de la tierra perdida.

0 comentarios: